Andrea Rudloff Tregear

Conozco hace años a la dra Tapia, en 1991 cuando tenía 12 años y me embarque en este mundo de la ortodoncia. Hoy vuelvo a repetir la experiencia con ella, esta vez con mi hija Josefa. No la cambio por nada, es muy preocupada y siempre está en las emergencias.
Lo que más me gustó de ella es que además de corregir mi dentadura me enseño muchas otras cosas, que valoro mucho.